Hemos hablado anteriormente de las relaciones que se fomentan entre padres e hijos y sus consecuencias en su vida, en temas de Codependencia, Síndrome de Wendy, Síndrome de Peter Pan.
Muchas de ellas que dependen de la forma en que nos relacionamos con los hijos cuando estos son adolescentes. Es por eso el momento de hablar de adolescentes y su trayecto a la independencia.
ADOLESCENCIA
La adolescencia es "la transformación del infante antes de llegar a la adultez"; se trata de un cambio corporal y mental así como la reubicación propia en la sociedad y su entorno.
La adolescencia abarca desde los 12 a los 18 años de edad, dividiéndose en:
ADOLESCENCIA TEMPRANA (12-15)
ADOLESCENCIA COMO TAL (16-18)
Visto desde la parte psicológica, los principales cambios que experimenta son el desarrollo del pensamiento abstracto, el establecimiento de la identidad sexual, y la solidificación de amistades.
Los adolescentes se encuentran en constante lucha por identificar quienes son; es un proceso de autoafirmación, con altas, bajas, conflictos y resistencias, buscando encontrar la independencia.
INDEPENDENCIA ADOLESCENTE
A medida que los hijos crecen, van demandando más zonas de autonomía e independencia, hasta llegar a la adolescencia en la cual estos deseos, se hacen más fuertes y se convierten en manifestaciones de su propia naturaleza.
Entre tantos deseos y resistencias, es la época en que los jóvenes necesitan una figura de autoridad asertiva, afectiva y comprensiva, al estar descubriendo quienes son, es necesario como padres acompañarlos, apoyarles pero también dejando que ellos experimenten, es por eso fundamental la CONFIANZA.
Como hemos comentado artículos anteriores, los aspectos de crianza y apego más importantes son aquellos en los que le brindas al niño herramientas y capacidades para ser el mismo, al darle seguridad y fortaleza; el ayudarle a descubrirse el mismo, es por eso necesario fomentar un Apego Seguro y una Crianza Democrática.
LA CONFIANZA
Un valor que es necesario en todas las relaciones para sentirnos aceptados como somos. Este valor es necesario en cualquier relacion, sin embargo fundamental en una relacion padres-hijos.
Podríamos decir que es una herramienta para el trato asertivo con adolescentes. Si bien se ha criado con firmeza y amor desde las primeras edades, la confianza es para brindarles a nuestros hijos las habilidades y capacidades para ser ellos mismos; es algo que debe estar siempre presente y que al igual que la independencia, se va brindando de manera sutil.
Dejando que el adolescente tome sus decisiones con seguridad, sintiendo que estamos ahí, para cuando nos necesiten, alentándolos en medida de lo posible a ser independientes de acuerdo a su edad.
La confianza es algo que se fomenta por ambos lados, debemos confiar en ellos y asegurarles que podrán confiar en nosotros.
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