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CASTIGO O LLAMADA DE ATENCIÓN

Décadas atrás la forma de educar dentro de casa era diferente a lo que realizamos ahora y mucho mas cambiante a lo que sugieren para el bienestar de nuestros hijos.


Al tocar el tema entramos en una historia sin fin, el hablar de castigos es ya una gran historia, la cual depende de la manera en como nos educaron a nosotros, como educaron a nuestros padres, ya que esta será la manera en como nosotros eduquemos a nuestros hijos, es muy diferente a la forma en que nos sugieren educar o en este caso castigar, por el bienestar, físico, emocional y psicológico de nuestro pequeños.


¿TU COMO CASTIGAS O REPRENDES A TUS HIJOS?


En todos lados cuando llegamos a hablar del tema, siempre se escucha en la platica, "así me educaron a mi y no me paso nada", "a mi me tocaron golpes, gritos y soy una buena persona".


Entra la confusión: si el castigo y regaño es parte correcta de la educación, por que nos toco a nosotros, si la llamada de atención es mas dócil y efectiva, si la ley del hielo es un recurso posible cuando hablamos de educación.


Y la gran respuesta que puedo brindarte en estos momentos es, aun no se sabe que será lo mejor, y no es que hayan sido recursos inadecuados, es lo que se conocía en ese momento, era la forma en como nos habían enseñado a nosotros.


Sin embargo, lo único que puedo decir es que eran diferentes tipos de agresión hacia un menor, en todos los aspectos, físico, emocional y psicológico; por un bien mayor, la educación y la crianza de los hijos.


EDUCACION EN LA ACTUALIDAD


En esperanza de un mayor cuidado psicológico y emocional de los niños, se recomienda la anulación de los CASTIGOS, no queriendo decir, irse al otro extremo y dejar que nuestros pequeños sean intocables por nosotros.


Es verdad que debemos de cuidar la forma en como educamos sin tanta agresión, sin tantos gritos.



Actualmente los golpes ya son el menor daño que puede uno hacer, ya el mayor peligro es el daño psicológico, el daño a los conceptos que él tiene como familia, al mencionar "si vuelve a pasar, te vas a quedar aquí solo", "mira como te comportas, te va a llevar el señor", el daño a la seguridad y confianza en si mismo de cada uno de nuestros hijos, con expresiones como "Es que nunca te fijas", "no me hables", etc.


La mejor forma de educar actualmente es reconocer lo que uno como hijo hace, tanto bien como mal, estar presente, el mostrarles a los niños que por que tengan un error no va a pasar algo grave.


Como siempre, mostrar nuestras emociones como padres, enseñarles que estamos sintiendo, y cual es la causa por la que estamos enojados.

Mostrarles las consecuencias de sus actos pero sin la incertidumbre del abandono ni del rechazo.


Como lo menciona en la reflexión de la semana pasada, enfocarnos en buscar con ellos las soluciones a los errores, sin darles un tiempo de disfrutar y aprender del mismo, antes de solo recoger, gritar, como si lo conveniente y primordial fuera el "no paso nada" más que el castigo.


Al brindarles la oportunidad de vivenciar sus errores como si fueran experimentos de la vida, continuarían siendo personas curiosas, sin miedo al fracaso. Brindémosles la seguridad en ellos mismos, y así aligerar el miedo a los errores.

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