Las huellas de nuestra infancia originan a la persona que somos ahora, de igual forma las problemáticas nos dejan heridas profundas que pueden convivir con nosotros el resto de nuestros días. Una de las heridas más profundas es la del RECHAZO
ORIGEN DE LA HERIDA
Rechazar significa resistir, despreciar, negar algo o a alguien. Esta herida nace del rechazo de los padres hacia su hijo o en ocasiones el sentirse rechazados por ellos, sin haber intención por su parte.
Ante las primeras vivencias de rechazo la manera de afrontar este sentimiento es con una mascara para protegerse de dicho sentimiento ligado a valerse inferior uno mismo, la principal forma de protección será la HUIDA.
Es por eso que muchos niños huyen creando un mundo imaginario, o refugiándose en los juegos electrónicos como los PlayStation, o juegos por Linea.
CONSECUENCIAS INTERNAS
Pasividad
Retraimiento Social
Sentimientos Depresivos
Conductas autodestructivas
Problemas Somáticos
CONSECUENCIAS EXTERNAS
Impulsividad
Desobediencia
Conductas destructivas
Falta de autocontrol
Comportamiento violento
COMO SON LAS PERSONAS CON RECHAZO
Su principal característica es que el autovalor que tienen es inferior, siempre están en búsqueda de la perfección a toda costa.
Es normal que prefieran la soledad en lugar de socializar ya que de esta manera aumenta la posibilidad de ser rechazado.
Vive en una ambivalencia constante ya que cuando es elegida, no lo cree e incluso llega a auto sabotearse, y cuando no lo es, se siente rechazada por los demás.
"A mayor profundidad de la herida del rechazo, mayor probabilidad hay de ser rechazado o rechazar a los demás"
SANAR LA HERIDA
La herida se sana prestando especial atención a la propia autoestima, comenzando a valorarse y reconocerse por si mismo sin esperar la aprobación de los demás.
Procurándose a si mismo, la principal persona que debe atenderse es uno mismo, si no nos valoramos y aceptamos será difícil aceptar a los demás y siempre se vivirá en una triste y temible soledad.
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