El apego es una forma de vinculo emocional, donde los padres construyen el mundo interno del infante, es por eso importante el estar presentes los primeros años de vida.
Cuando este vinculo no es seguro, por que los padres no respondieron adecuadamente a las necesidades del menor, hablamos de un apego inseguro.
El APEGO ANSIOSO AMBIVALENTE es generado en el niño por una inseguridad de presencia de sus cuidadores, mamá o papá.
En estos casos el cuidador satisface la necesidad solo algunas veces, y en otras ocasiones no lo hace dependiendo la disponibilidad emocional que tenga.
Para poder sobrevivir ante la inseguridad generada, el bebé se hace persistente al llamar la atención, desarrollando niños hipersensibles a sus emociones y necesidades, incluso en ocasiones exagerados y demandantes.
EN LA EDAD ADULTA
Se ve más la afectación cuando eres adulto, teniendo miedo o inseguridad, que consume gran parte de tu energía emocional sintiendo temor a que su pareja no las ame, por ejemplo.
Los adultos que presentan este apego, a menudo se sienten desesperados, y en una relación es común que asuman el papel de “perseguidor”. Es habitual que tengan opiniones positivas de otras personas, en especial tanto de sus padres como de su pareja, pero por lo general presentan una opinión negativa de sí mismos, lo que significa que dependen de su pareja en gran medida para validar su autoestima.
Interpretan cualquier cambio de humor y conducta de la pareja como una amenaza ante la supervivencia de la relacion.
Tener este tipo de apego, se manifiesta exclusivamente en lo vínculos, ya que cuando no se encuentran en ningún vinculo, llevan una vida perfectamente normal.
¿QUE PODEMOS HACER COMO PADRES?
Se ha demostrado que la mejor manera de formar apegos saludables es mostrarle al niño que tanto la madre como el padre es confiable para satisfacer sus necesidades. En ocasiones, esto significa únicamente proporcionarle cercanía, amor y comodidad. En otros momentos significa simplemente permitirles explorar el mundo que los rodea, con seguridad.
Equilibrar la orientación con la libertad es clave para ayudar a que los niños se sientan seguros en sus relaciones, lo que es importantísimo para ayudarlos a establecer vínculos más saludables.
En el caso de que el niño ya haya desarrollado un apego ansioso podría beneficiarse muchísimo de la intervención de un profesional, ya que pueden necesitar ayuda a la hora de aprender a regular sus emociones, y a manejar sus propios comportamientos
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