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AUTONOMIA CON CONFIANZA

Es común cuando somos padres enfocarnos en el desarrollo de nuestros hijos, generalmente buscando un parámetro, que en varias ocasiones nos mantiene ansiosos y alerta checando que tantas cosas ya logran realizar por si solos, en comparación a sus compañeros en la escuela o con otros primos o hermanos.


Aquí ya hemos hablado sobre AUTONOMIA, brindando check list y consejos para favorecer este desarrollo en los niños.


¿CONFIAS EN LAS CAPACIDADES DE TUS HIJOS?


Como hemos comentado anteriormente la autonomía no se va desarrollando por si sola, si no por las actividades que se van realizando día con día, las novedades y primeras veces, como por ejemplo: la primera vez que andan en bicicleta, la primera vez que eligen su ropa, la primera vez que pueden ir solos a la tienda de la esquina.


Para tener este logro y que mi hijo vaya teniendo autonomía e independencia, debo en todos los momentos posibles dejar que lo haga el mismo, enseñarle con mi ejemplo, tener paciencia en los momentos que tenia que aprender y sobre todo CONFIAR en el, en la capacidad que tiene para hacer las cosas por si solo paso a paso.


Es de lo que hablaremos el día de hoy darles autonomía con confianza. Ingredientes importantes: CONFIANZA Y PACIENCIA.


Creemos que el sentido fundamental de la autonomía es ahorrarnos tiempo y esfuerzos a los adultos. Y olvidamos que la confianza en los niños es un ingrediente imprescindible en su desarrollo.

La conquista de la autonomía requiere tiempo. Un tiempo durante el que los padres no estamos más cómodos y liberados. Es más bien al contrario. "Acompañar hacia la autonomía significa dejar que el niño coma solo, aunque se ensucie. Permitir que camine por la calle en lugar de ir en carrito, aunque empleemos 15 minutos en recorrer 100 metros, porque se detiene con cada cosa que le llama la atención. Es dejar que se vista solo, que suba y trepe a los sitios, que recoja sus cosas... aunque tarde mucho más que nosotros"


CONFIANZA


La confianza es algo que se construye desde el momento en que se nace. El hecho de que el bebé sea cuidado y atendido de una manera amorosa y consistente hace que se desarrolle una confianza única en el amor que se va desarrollando primero con la madre y después se extiende al padre. Otras personas de la familia, poco a poco, se vuelven merecedoras del afecto de ese niño, más que nada porque se crea un ambiente de confianza y seguridad.


El niño entiende claramente que puede contar con sus padres, pues ellos a través del tiempo permanecen ahí siempre dispuestos a ayudar en los momentos importantes de la vida. Un niño que se siente apreciado y querido va a ser un niño que desarrolle no sólo confianza en sus cuidadores sino que además va a tener confianza en sí mismo y en sus habilidades.


Sus padres a través del tiempo le van mostrando que creen en él y que estarán ahí para validar sus percepciones y sentimientos siempre que sea necesario.


CONFIAR EN LAS CAPACIDADES


Para lograr una autonomía y posteriormente una independencia para nuestros hijos debemos empezar por confiar en ellos y en sus capacidades, esto exige un cambio de actitud. En lugar de partir del no, tendremos que estar dispuestos a confiar.


Porque cuando partimos del no llegamos a muchas situaciones en las que el límite no lo marcan sus capacidades, sino otros factores. Preferimos el no a la confianza porque tenemos prisa o miedo, porque nos obsesionamos con que las cosas estén perfectamente hechas, porque resulta más cómodo...


Durante un solo día hay muchas circunstancias en las que les impedimos colaborar o intentar cosas por sí mismos. Vale la pena pararse a detectarlas y analizar los motivos por los que actuamos de ese modo.


Confiemos en nuestros hijos para que ellos confíen en si mismos, y sus propias capacidades, será el único camino para que ellos puedan ser completamente independientes, que tengan su propia confianza para afrontar la vida.



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