En la actualidad debido a la escuela en casa es fácil darse cuenta de muchos problemas que padecen nuestros hijos, al momento de aprender desde una computadora, en esta ocasion hablaremos de la BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACION.
Después de meses, teniendo que apoyar a nuestros niños en el aprendizaje desde casa, es común que nos demos cuenta, cuando los pequeños empiezan a frustrarse, por que no logran realizar lo que se les pide o no encuentran el resultado correcto a la operación o a la pregunta, por más que lo intentan.
¿SABIAS TU QUE LA FRUSTRACION ES UN SENTIMIENTO DE RESPUESTA ANTE UNA SITUACION NO DESEADA?
Siempre lo asociamos a problemas escolares, sin embargo, no es únicamente el rubro donde se observa, la FRUSTRACION.
La FRUSTRACION es un sentimiento de respuesta que aparece cuando no logramos lo que esperamos, cuando hay un choque entre nuestra expectativa y nuestra realidad.
Es un sentimiento que tenemos las personas, de todas las edades, que debemos aprender a GESTIONAR.
GESTIONAR O TOLERAR
Es muy conocido el termino TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, sin embargo mal utilizado, ya que no debemos tolerar y aguantar el sentimiento que genera el fallo de nuestra expectativa, sino aprender a GESTIONARLO, saber manejar lo que estamos sintiendo en ese momento y modificarlo.
BENEFICIOS DE LA FRUSTRACION
Lo importante es enseñarle al pequeño que habrá momentos en los que no saldrán las cosas como uno desea, tendrá que esperar y tendrá que esforzarse para lograr lo que quiere.
Al aprender esto adquirirá muchos beneficios cuando ya sea adolescente y adulto.
1. Aprenderá a valorar lo que tiene y será agradecido con lo que se le da.
2. Crecerá aprendiendo a convivir en sociedad, compartiendo con otros niños.
3. Será paciente, porque estará acostumbrado a esperar.
4. Será capaz de aceptar sus propios errores, viéndolos como oportunidades de aprendizaje.
5. Será valiente porque no temerá el fracaso, por lo que no tendrá miedo a emprender proyectos.
6. Se relacionará mejor con los demás, será más flexible y tolerante a la hora de entender las actitudes y opiniones de los otros.
7. Será capaz de salir de situaciones adversas y saldrá fortalecido.
CONSEJOS PARA EDUCAR EN LA GESTIÓN DE LA FRUSTRACIÓN
1- Tener normas y límites claros en los que los dos padres estén de acuerdo.
2- Respetar los tiempos de los niños, es decir, no tener prisa porque no hagan determinadas cosas, cada uno lleva un ritmo y un proceso madurativo.
3- Enseñar a los niños a esperar y a ser pacientes con las cosas que quieren. "Cuando nos demanden algo, intentar no dárselo siempre inmediatamente. Podemos empezar por una espera de pocos segundos e ir poco a poco incrementándola. Aprenderán a manejar los turnos de espera".
4- Enseñarles que también pueden pedir ayuda, que esa es otra solución cuando se frustran.
5- No sobre estimular a los pequeños. "El niño necesita crecer con una estimulación mínima en un entorno normal, porque el mundo ya es de por sí muy estimulante para ellos".
6- Es importante no sobreproteger, pero tampoco ser demasiado permisivos.
7- Enseñarle al niño que enojándose o gritando no conseguirá su objetivo; establecer un tiempo para que se calme y poder dialogar con él una vez que ya se haya calmado, haciéndolo razonar.
8- Si su conducta requiere una consecuencia, hay que explicar, según la edad del niño, el porqué de esa consecuencia, en forma impersonal para que así aprenda. "En lugar de 'eres malo', mejor decir 'está mal hecho'.
9- Enseñar a que el niño exprese sus emociones. "Entender qué le pasa y escucharle expresar sus sentimientos ante cualquier hecho frustrante es una ayuda para aumentar su tolerancia a las situaciones desagradables".
10- Es importante que los padres compartan con sus hijos sus actividades diarias, juegos, etc., si acompañamos a un hijo en el procedimiento que realiza, será posible intervenir en el refuerzo y modulación de todas las fases, y no sólo en la evaluación final del resultado.
11- Ser modelos para nuestros hijos cuando juguemos con ellos. "Crear situaciones donde algo nos sale mal a nosotros como padres. Por ejemplo, que se me caiga un castillo de cubos. Así el niño podrá ver cómo respondemos. Decir en voz alta: 'No pasa nada, lo voy a intentar otra vez'".
La frustracion se encuentra durante toda nuestra vida desde que somos pequeños hasta la adultez por lo que es importante no tolerar y aguantar ese sentimiento, sino aprender a canalizarlo hacia situaciones positivas y produtivas.
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