Actualmente pareciera que ya vamos de salida, innovando nuevas cosas, como son la nueva alternativa de educación a distancia pensando que ya estamos mejorando la situación y así brindándole a los niños el derecho a la educación.
Le hemos hecho como los trabajadores cuando ponen chapopote, ir poco a poco tapando hoyos conforme van apareciendo, primero lo que venía de afuera, cuidar las distancias, entonces todos enciérrense, luego la economía, empiecen a brindar puestos para trabajar desde casa, o con los cuidados máximos posibles, después los fallecimientos en la sociedad que son más palpables, entonces velatorios, hagan todos los trámites correspondientes con el mayor cuidado y sin tanta gente.
¿PERO… NOS HEMOS PUESTO A PENSAR EN CÓMO SE SIENTEN LOS NIÑOS?
Es normal que no hayamos tenido el tiempo para pensar en ellos ya que como adultos tenemos luego que priorizar otras cosas, pero de igual forma tenemos que darnos el tiempo y conversar con ellos, saber cómo se sienten, cuáles son sus emociones.
EL ENCIERRO PARA EL NIÑO
Como hablábamos en un artículo anterior somos seres sociales, se necesita la relación con los demás para crecer y madurar. Esto nos puede afectar en cualquier etapa de nuestra vida, pero tiene mayor impacto en edades más tempranas.
Nuestro cerebro es particularmente sensible durante la infancia y la adolescencia, ya que está acabando de formarse, por eso el aislamiento tiene un fuerte impacto en nuestro comportamiento.
No sabremos que huellas dejará en los niños esta cuarentena, pero de que habrá afectaciones las habrá, los pequeños se han visto limitados a no expresar sus emociones como ellos quieren, a tener que ver a sus compañeros a través de una pantalla, escucharlos a través del teléfono, ver la televisión en lugar de salir al parque como siempre lo hacían, pasar su cumpleaños simplemente con un pastel y velas acompañados solamente de sus padres y hermanos, cuando años antes era con los tíos, primos, amigos.
El verse limitados les provoca estar en una constante confusión, sin embargo, a un principio al hablar con ellos entendían las medidas que se debían seguir “No podemos salir de la casa porque hay un bichito que te puede enfermar”.
LA ESCUELA EN CASA Y EL NIÑO
La forma en que se imparten las clases es generalizada, en un plazo de 1 o 2 horas al día, para 20 niños a la vez, lo que no es suficiente para el aprendizaje de los niños.
La docente da la clase sin poderse percatar de todos los alumnos a la vez, dejando a un lado las dificultades particulares de cada uno, seguir una planeación general para todos los niños dejando el refuerzo a los padres o al mismo niño.
Antes de la contingencia los pequeños sabían que tenían una rutina, se iban a la escuela y luego regresaban, comían, hacían tarea, jugaban y se dormían, ahora al no poder salir de casa su rutina se ve afectada ya que no hay momentos para salir, y respirar el aire ni tener contacto con el medio ambiente.
Tenemos que darnos el tiempo para platicar con nuestros hijos, saber qué es lo que sienten, como están llevando la situación de quedarse todo el día en sus casas, sin poder relacionarse con ningún otro niño de su edad.
Por lo que les recomiendo:
Tomate un momento en las noches cuando tu hijo ya va a la cama, en platicar con el, que fue lo que le gusto de su día, que no le gusto.
Pueden leer diferentes cuentos sobre las emociones y preguntarles si en lo que va de la semana sintieron algo igual que el niño de la historia.
Pueden realizar en familia un dibujo que refleje un momento inolvidable de la semana y que sea recordado y anhelado por todos los integrantes de la familia.
Pónganlo en práctica y como siempre si les gusto la información compártanla, dejen sus comentarios si les funciono, si les agrado.
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